La explosión de las redes sociales, la fotografía y el video digital, la telefonía móvil, el e-mail han expandido la información hasta límites insospechados. Sin embargo, más información solo provoca mayor confusión puesto que bloquea la capacidad de análisis y procesamiento.

Hay quienes experimentan una compulsión a leer sus correos y se angustian ante la posibilidad de perder un mensaje importante. Estos, padecen el síndrome de ansiedad del e-mail., un mal que se agrava por el uso masivo de dispositivos móviles.

Los especialistas en salud laboral crearon un término para los adictos a su teléfono, crackberries.

La pulsión por estar todo el tiempo conectado a una pantalla encierra el peligro de desconectarse y perder la noción de la realidad.